¿El fin de la oficina?

Es el titular de un reportaje de Fernando Goitia en el XLSemanal. No lo he encontrado en su versión web para poder compartirlo. Trata sobre la implantación "forzada" del teletrabajo que ha supuesto la crisis del COVID-19.



Algunas frases que me han resonado. "Las reuniones son ahora más eficaces, directas y puntuales que nunca" (Isabel Aranda especialista en psicología del trabajo y asesora de empresas). Se refiere a las reuniones telemáticas. "Y el ahorro es brutal; ya no hará falta viajar para hacer reuniones internacionales" (Jaime de Jaraíz, CEO de LG Iberia).

"El teletrabajo favorece la conciliación y reduce accidentes, polución, absentismo; y potenciarlo podría ayudar incluso a repoblar la España vaciada" (Sindicato CSIF).

De esto último no cabe duda. El confinamiento ha aumentado la demanda de viviendas rurales. Pero sobre todo cercanas a grandes ciudades y que cuenten con un mínimo de infraestrucutas de servicio. Esto puede ser un aliciente para aquellos municipios rurales que puedan ver una oportunidad de desarrollo fomentando y ofreciendo estas opciones.

"... decir que la oficina tal como la entendemos desaparecerá es ir muy lejos" (Aranda). "Salir de casa y ver a tus compañeros te da pertenencia al grupo" (Paloma Romero DH SEED Headhunters). Se apunta en el reportaje que "... ya en su día IBM o Yahoo fomentaron el teletrabajo y recularon al ver que dificultaba tareas en equipo y penalizaba la innovación y la creatividad.".

He conocido al menos una empresa que antes de esta crisis penalizaba en el sueldo a quien optaba por el teletrabajo. Esas podrían ser las razones. Suponiendo empresas que realmente valoran el sentido de pertenencia, la innovación y la creatividad como factores claves en su organización, fundamentales en su visión de negocio y donde seguramente han invertido una considerable cantidad de recursos.

Sin embargo también apunta Paloma Romero que "la masificación del teletrabajo ha dejado claro que, a la hora de trabajar, somos más eficientes si nos centramos en proyectos y objetivos". Sigue el autor señalando que "Justo lo contrario al presentismo, que desconfía de la responsabilidad del empleado y lo valora por las horas que mete en la oficina y no por sus resultados.". Añade Aranda que "... ya hemos visto que no era un problema de mentalidad, todo era cuestión de, simplemente, ponerse a ello".

Ojalá esta demostración de viabilidad que ha supuesto la implantación del teletrabajo, derrote al virus de la desconfianza y la mentalidad de autoinsuficiencia que aún pueda permanecer entre empresarios y trabajadores, entre jefes y subordinados. Veremos.

2 comentarios:

  1. Aporto este interesante enlace al hilo.

    https://barcelona.impacthub.net/el-teletrabajo-no-es-posible-sin-la-comunidad/

    Hago hincapié en la opinión de Enric Badia en el artículo: no es lo mismo el teletrabajo que la gestión de la crisis a distancia. A partir de ahí es desde donde creo conveniente comenzar a tratar el tema.

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  2. Otro aporte al hilo del tema:

    "Un nuevo futuro del trabajo para una nueva normalidad"

    https://madrid.impacthub.net/2020/05/26/un-nuevo-futuro-del-trabajo-para-una-nueva-normalidad/

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